En el pasar del tiempo hemos avanzado en diferentes aspectos del Baloncesto en sentido general, en el área técnica se están impartiendo cursos y seminarios con el fin de actualizar este personal en las nuevas formas de defensa, ataque y organizacion del juego, nuestro personal técnico y arbitral que está en estos momentos entre los mas informados, actualizados y desarrollados de toda América, pero en lo que se refiere a la organizacion, plantificación y gestión de los torneos, asociaciones y clubes.
Traemos esto a colación porque todavía vemos a dirigentes fanáticos de clubes que son los que dominan las asociaciones, fijense bien que he dicho "dirigentes fanáticos", esto porque hay dirigentes de clubes que no son de este tipo (muy pocos), pero que son personas especiales, por ejemplo, en el pasado torneo pre superior masculino del distrito Nacional se vio a dirigentes de la Abadina que se comportaron fuera de las casillas de un dirigente de asociación, sino como un simple público o fanático, y se ve en torneos barriales donde a veces quién es el principal organizador o tesorero es tan fanático que cuando pierde su equipo pone al personal que trabajo el juego a dar pena detrás de él para cobrar.
Vamos a poner dos ejemplos, sin poder en desmedro a otros mas que hay en el medio, debemos de mencionar primero a Manuel (cholo) Suero, de todos conocidos su afiliación al Club San Lazaro, Presidente de Abadina, pero una persona que se sienta en el Palacio de los Deportes o en una cancha cuando su equipo esta jugando a como se dice en buen dominicano SUFRIR CALLAO, y no a cuestionar el trabajo de lo miembros de la mesa técnica o árbitros, además no escatimar esfuerzos para que todo salga bien y en beneficio de la Asociación de Baloncesto, el otro caso es en sentido general, y es el caso de los árbitros que van a Torneos Internacionales con equipos que representan su país, ustedes creen que es fácil?; sentarse a ver a su país jugar un partido de esos que te ponen el corazón a saltar, pero mantener la coherencia y el buen entendimiento, y valorar lo bueno, lo malo y los errores de los dirigentes de equipos, jugadores y nuestros compañeros árbitros sin perder la ecuanimidad.
Pero como dicen no hay mal que dure cien años, es decir, estamos en la espera de superar esos fanáticos, y tener a personas que tengan la suficiente madurez para saber valorar los errores de nuestros árbitros, pero también de sus dirigentes y jugadores.
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